30 agosto, 2011

tan simple como un día de playa

El viernes por la noche, con agujetas en músculos desconocidos después de dos días muy intensos de actividad, Netti volvía a explicarle a Celie en la pantalla de mi televisor:

   -Creo que Dios se enfada si pasas ante el color púrpura sin fijarte en él.
   -¿Quieres decir que hay que amar a todo, como dice La Biblia?
Le preguntaba su hermana mayor.
   -Sí, Celie, todo quiere ser amado.

Y acurrucada en el sofá, viendo a Isa igual de cansada y brillando de preciosidad no pude más que constatarlo.

Sin embargo, nos acostumbramos a pasar por las mismas calles mirando sistemáticamente a lo que hay delante y no levantando la cabeza buscando rincones nuevos en las alturas de los edificios o, peor aún: sin valorar siquiera la belleza en el conocido paisaje que tenemos enfrente.

20 agosto, 2011

cariño, espero que te guste (o cómo romper tu pareja en dos San Valentines)

cuadro jorge pilar beso

Él le regala a ella, envuelto en papel verde lleno de logos de El Corte Inglés una camiseta de su equipo de fútbol favorito ("su" de él). No una de esas temibles camisetas inmensas sino, una nueva versión estilizada y además, la oficial de esta temporada por lo que le ha costado una pasta. Además, está nervioso por su reacción porque tenía la opción de que el número del dorsal fuera en rosa claro o rosa oscuro (no pretendas de un hombre que distinga el color fucsia, salmón o pastel) y espera adivinar en sus ojos ("sus" de ella) si ha acertado con la elección.


Respira aliviado. Ella sonríe y le da las gracias y él le dice que "así ya tiene que ponerse cuando le acompañe al partido" y le da una cachetada en el culo. Lo que pasa es que a ella no le gusta el fútbol, le trae sin cuidado ese equipo en cuestión (su ex era del equipo rival) y nunca, nunca se pondría una camiseta semejante porque, para empezar, no tiene ni unos zapatos a juego y de todos modos, ambos saben que no le acompañará.

15 agosto, 2011

Jaime Anglada en concierto

Jaime Anglada en concierto, 19 de agosto de 2011

En esta cita convergen un par de circunstancias y es que nos gusta mucho Ses Voltes; es un espacio en el que siempre que hemos tenido la oportunidad de organizar un evento, lo hemos disfrutado especialmente y además, Jaime Anglada, al que no deben quedar palabras que nunca le hayamos dicho pero, como las palabras si son positivas y además sinceras no existe el riesgo de repetirlas hasta el aburrimiento, ahí van; de nuevo, Jaime: NOS ENCANTAS. Y bien sabes que "este encantamiento" nace de tu persona y sólo entonces se extiende a las cuerdas vocales. Los afectos, los cariños (hechos de la misma materia que los amores), son así: caprichosos. Uno vislumbra y reconoce el alma de una persona y entonces, inevitablemente, todo lo que viene después hace "la bola más grande".

12 agosto, 2011

ya no quedan hombres como los de antes

hombres como los de antes





La primera frase: EL TÍTULO ES MENTIRA. Así de rotundo. Solo quería tirar del repertorio popular, pero este post trata precisamente de todo lo contrario. 


Seguiré tenaz defendiendo que las calles están plagadas de hombres y mujeres buenos, que tanto los unos como las otras necesitan un amor que vaya que existe y está ahí, tan lejos de ti, como tu propia sombra.

Pero, míralos, repitiéndose en las tertulias que "mucha chica mona pero ninguna que valga la pena", que "sólo las mueve el interés", que "los hombres buenos están ocupados o son gays" y además, que "ya no quedan hombres como los de antes: galantes, detallistas, caballerosos ¡y si existe alguno, huye porque algo malo tendrá!" Y se quedan suspirando por los actores de las películas en blanco y negro, que se quitan la gabardina para que su chica no pase frío mientras pasean bajo las farolas de las calles de Manhattan.

04 agosto, 2011

algo parecido a un corazón

No es nada nuevo; las embarazadas por la calle, ven embarazadas; los que empiezan a temer la alopecia tropiezan con calvos por todas partes, los fisioculturistas ven tipos aún más cachas que ellos y del mismo modo, cuando acaban de abandonarte ves parejas felices regalándose arrumacos como si todo formara parte de un complot del destino que se mueve con la única intención de burlarse de ti.

Conclusión primera: Vemos aquello en lo que estamos más concentrados y por la misma regla de tres padecemos una ceguera absoluta sobre aquello en lo que no nos enfocamos, lo tengamos a un palmo de la nariz o no, sea bueno para nosotros o no.

Y yo ¡veo corazones! Vamos, para ser más exacta: no me queda otra opción más que verlos porque ¡los corazones me persiguen!