29 enero, 2012

los vivos retratos


Los ambulatorios son de esos sitios con nubes grises que ni mucho menos pueden ocultar los colores pasteles de las paredes, cubiertas de carteles que te ruegan silencio. ¿Silencio? Los ambulatorios tienen una banda sonora propia de toses, lamentos y quejidos. Los dolores son malos compañeros para la paciencia. Te duele y quieres que alguien le ponga remedio YA. Te duele y te quejas. No te queda más entretenimiento que mirar una y otra vez el reloj para calcular cuánto llevas esperando y cuando te cansas de escudriñar en el móvil, observar de reojo a quienes comparten contigo sala de espera... al igual que ellos hacen contigo.

17 enero, 2012

no señor, esto no es crisis

Otra tertulia más con la crisis copando todo. La palabra se desliza de nuestros labios con la misma facilidad con la que se nos cuela por debajo de la piel hasta arañar el alma. No lo permitáis o, si lo hacéis hacedlo con justicia.

Lo que me llevó a estudiar psicología fueron dos raros temas que siempre me han llamado la atención: la preparación a la muerte, sobre todo en enfermos terminales (y a sus familiares que comparten el mismo sufrimiento) y las crisis. Así, en grande y en plural. Ya veis... Casi nada. Pero las crisis por aquel entonces, eran otra cosa muy distinta.

13 enero, 2012

todos los colores

La Bailarina, Gustav Klimt,
no se me ocurría un cuadro con más colores
Creo que la primera vez fue en Nueva York, paseando por Queens. Se me acercó un hombrecito que repartía algún tipo de propaganda y con corrección, lo acepté y le di un rápido vistazo. Ponía algo como “una tirada de tarot por 5$”. Ya ves... iba a ir yo a que me echaran las cartas al otro lado del mundo, con la de líneas 900 que anuncian en las madrugadas de televisión así que sonreí al hombrecito y le contesté con un simple: “No, thankyou, I think that I don't speak english enough”, o algo por el estilo, que era una forma cortés de decir “paso”, pero no coló... Me tomó de la mano y me dijo que no sería un problema; que le entendería, que le entendería...

08 enero, 2012

¿algún día alguien le pondrá mi nombre a un barco?

nombre de barco

Mi amiga, la del “corazón roto” ha enviado una señal de socorro en formato whatsapp esta mañana. Domingo; era totalmente previsible y yo la he respondido con un “vamos a pasear”. Me venía con excusas, “que si me encuentro fatal”, que si “resaca”, que si “dolor de cabeza”... Así que he sacado todas mis armas:


   -Sol, playa y... tíos buenos haciendo footing.
Era todo lo que necesitaba oír.


Y es que es verdad, las mañanas de domingo en Palma son una gozada para los sentidos; a nada que haga un poco de sol, te levantan el ánimo da igual las catástrofes naturales internas que estés padeciendo.

05 enero, 2012

la palada perfecta

Imagen: goadventurewatersports Padding core fitness
Yo tuve un amigo con un nombre indio. No es que fuera difícil de pronunciar sino, todo lo contrario. Incluso era bonito en su continente pero... aún más precioso en su contenido: “Corriente de agua que fluye hacia mí”. 

Con semejante nombre no se iba a dedicar a las matemáticas o a la electricidad (por poner dos ejemplos), sino que tenía que ser consecuente y enamorarse de alguna actividad propia del elemento líquido. Así mi amigo era piragüista.

03 enero, 2012

la SuperMegaCreme

Soy de las que necesita, cuando va a la peluquería, que me atienda una peluquera bien peinada. Si la muchacha en cuestión va con raíces, las puntas abiertas y el pelo seco, me da igual que me venda entre risitas que “tanto peinar a otras, nunca encuentra el tiempo para ella”, mientras intenta endosarme a mí un tratamiento de keratina “fabuloso, algo caro, pero que vale la pena”. No cuela. Lo mismo en el salón de belleza, cuando te abre la puerta una mujer con el cutis reseco como si fuera el mismísimo Jesús Calleja recién bajado del Annapurna y tiene la desfachatez de intentar venderme “lo mejor de lo mejor. 70 euritos”. Para matarla, vamos...

02 enero, 2012

pon a punto tu coche, tu corazón o... algo

Yo iba a ponerme a trabajar, os lo juro. De verdad, que iba a empezar la semana ¡y el año! Trabajando y ya luego, “siuncaso” (como tan graciosamente dicen en Mallorca) pues escribir un post, que se me acumulan las ganas pero lo primero es lo primero: trabajar. 

Y nada, ahí andaba yo, madrugando y todo y la bandeja de entrada tira todos mis buenos propósitos al traste y ya estoy irremedia-inevitablemente escribiendo este post ¡si es que la vida me va provocando! 


Os pongo en antecedentes. Tengo una amiga que: 

A) No conduce pero 
B) Tiene el corazón roto