Una preciosa fotografía de mi hija que habla por sí sola |
En Navidad me marché unos días a Palma y sin embargo un día sentí que tenía que volver para estar con él y lo hice. Vine solo un día. Cuando llegó la hora de dormir la siesta me observaba mientras posaba las manos sobre él sin decir ni una palabra. Su respiración se calmó y se durmió y sin embargo después se despertó alterado, gritando como si estuviera aún dentro de una pesadilla. Me señalaba su cabeza, dentro de su cabeza y me pedía que les dijera que se fueran.