10 marzo, 2015

andamios y pseudopromesas

almuerzo, andamio, nueva york, Pilar Ruiz Costa, otropostdata
Recién aterrizada de Berlín y por fin, esta mañana, han quitado los andamios de la casa colindante a la mía en la preciosa Plaza del Sol en el precioso Dalt Vila en Ibiza. Sonrío y pienso en que esta semana me encontraré, espero, recién instalados los andamios en mi casa en el antaño precioso barrio de Son Rapiña en Palma. “Los andamios me persiguen” vuelvo a pensar y de nuevo sonrío, recién aterrizada de Berlín.

Y pienso en este blog y sus andamios y en que me propuse muy seriamente no volver a escribir hasta tener finiquitado su trasvase a su nueva ubicación en mi propio hosting y en wordpress. Tarea intermitente ¿desde cuándo ya? ¿septiembre? Con las ganas de contar historias mordiéndome las uñas mientras escribo y escribo, claro que escribo, pero siempre en nombre de otros mientras mantengo un blog con un pie en el abandono y otro en construcción.

Y también me propuse no volver a hacer otra “lista de la compra” contando en simples titulares poniéndoos los dientes largos con tragedias y aventuras. Tantas y tantas cosas por contar en lugar de contar alguna entera, de principio a fin. Me lo propuse más seriamente de lo que otros se proponen ir al gimnasio (a mí no se me pasa por la cabeza) y sin embargo, lo aviso desde ya, voy a hacerla también hoy y dejemos el asunto en una pseudopromesa de ponerme las pilas, buscar huecos entre trabajos y viajes y retomar este vicio público mío de escribir donde quien quiera pueda leerlo. Pseudopromesa que no promesa entera pues, lo sabemos, aunque prometer no sería mentira del todo, sí sería algo que aún no puedo cumplir. Cosa nada propia de mí ni que mucho menos merezcáis vosotros. Luz de gas.


Mi lista de la compra (también llamados pensamientos en voz alta para ti que pasabas por aquí):

  • En la fachada de mi casa ya no hay andamios que me obliguen a hacer equilibrios para pasar con los tacones y las maletas y las maletas y los tacones están repartidos por el escaso suelo de esta mini casita en Dalt Vila esperando que también decida qué escondo y qué no puesto que, total, en tres días nos volvemos a marchar. 
  • “Estoy bien, pero cansada”. He hecho de esa mi respuesta estándar y se ajusta como un guante a la realidad. 
  • Estoy trabajando mucho y aunque demasiadas veces me siento a un diez por ciento de mi capacidad, reconozco que cada una de las veces que me toca presentar un balance de los proyectos realizados, veo que son muchos y muy buenos y entonces vuelve a dolerme que no llegaran a un mil por cien. Nunca aprenderé. Nunca querré aprender cómo funcionan estos engranajes. Las iréis intuyendo, como siempre, entrelineas en los posts.
  • Estoy viajando mucho. Mucho. Casi siempre por trabajo. Por ejemplo, este viaje a Berlín ha sido el tercero en dos años, pero también ha habido otros a París, Londres o Ámsterdam. Muchos más a Madrid y Barcelona. Muchas cosas por contar, muchos posts pendientes.
  • En Ámsterdam me leyeron la mano ¡por supuesto que no hacía falta ir tan lejos a eso! Pero es que fue el mismo tipo al que filmamos con una productora de tv de Sevilla hace dos años en San Carlos. Yo pensando como siempre en la puesta en escena, en aquel pelo espectacular de la chica de la productora sentada de espaldas y él, con su mano entre las suyas haciendo como que la leía. ¡La fotografía era increíble! Pero resulta que en lugar de hacer como que se la leía, se la leyó y ella volvió blanca diciendo “me ha dicho cosas que no sabe nadie” y claro, encontrarlo allí después de aquellos antecedentes bien mereció abrir como platos los cinco dedos de mi mano derecha y efectivamente, me dijo cosas que nadie sabía. Las sabréis pronto. Os las contaré. Tenedme paciencia…
  • No todos los viajes fueron trabajo aunque de verdad he trabajado mucho, mucho. Más de lo que una persona puede trabajar y por eso alguna vez me he roto. Pero también he paseado por lugares alucinantes, he conocido gente buena aunque su presencia haya durado un instante y he podido, como siempre, llenarme de muchas artes y muchas músicas y eso me alimenta.
  • Mi padre murió el 20 de enero después de años muriendo y meses tortuosos que nos han marcado a todos y a mí me han hecho replantearme una vez más qué es eso que llamamos estar vivo. Os lo contaré todo, lo prometo
  • Como sospechábamos, la larga enfermedad de mi padre y hasta su muerte, no hizo más que abrir la caja de Pandora y como si no estuviese satisfecha con nuestra derrota, ahí sigue merodeando a algunos de los que más queremos y no puedo más que replantearme qué es eso de estar vivo.
  • Mi hija se casa, así que si no tenía bastante con el orgullo y la satisfacción del estigma de ser abuela, voy a graduarme oficialmente y por méritos de terceros en el de ser suegra. También eso merecerá un post.
  • ¡Me enamoré! Pero fue de azúcar ¿también usabais esa expresión cuando eráis más jóvenes? En los caminos de tierra en Ibiza allá por los 80 quedabas con tus amigos para ir a jugar y cuando no tenías más remedio, porque te lo habían dejado al cargo, llevabas a tu hermano o tu hermana pequeña. Una lata, porque también quería participar de los juegos de los mayores, en el pilla pilla o al escondite. El canijo de turno "estaba" pero era “de azúcar”, lo que quería decir que aunque le atraparas o le descubrieras, no podía quedar descalificado ni pagar pena o volvería a casa llorando y protestando y tus padres te dirían que al día siguiente te volvías a quedar con él, pero en casa. Un chantaje en toda regla. Pues bien, ¡yo! La misma yo que habla del amor pero en otros tiempos verbales o en otras personas, me enamoré y hasta se lo dije  al sujeto en cuestión como media docena de veces, pero cuando sabía perfectamente que no podía escucharlo. Del modo en que no pudiera entenderlo, que para algo soy una profesional de la comunicación. Así me aliviaba esas ganas locas mías de “decir” (las mismas que me hacen escribir), pero no me mojaba en el asunto.Total, que amé, vaya que amé, pero fue solo un momento y para más inri ni siquiera le conozco. Y sin embargo ¡caray! por un instante se eclipsó lo mucho que amé a otros a los que conocía desde hacía años. Quedó aquel amor como movido a un pasado muy muy lejano, como si fuera el amor de la vida de otro. Breve, pero útil, qué suerte, ¿verdad? ¡Y qué higiénico! También os lo iré contando, lo sabéis, aunque la imagen que dé de mí misma sea patética, para variar. 
  • Directamente relacionado, también se han enamoriscado de mí algunos tipos estupendos (y algún que otro imbécil que he dejado en el camino). Luego hay algún otro, que lo hubiera hecho simplemente si le diera permiso. Fijo que un día se alinean los planetas, confluyen ambas circunstancias y me enamoro de quien se enamora de mí y lo flipamos él, yo y todos vosotros porque os escribo unos posts muy alegres y llenos de azúcar del de verdad y no del de tu hermano pequeño. Sí, claro que el tipo de San Carlos que me leyó la mano en Ámsterdam me dijo cómo, dónde, quién y cuándo, pero no os impacientéis, tendréis que seguir ahí, al otro lado de la pantalla, leyendo.
  • Una cosa llevó a la otra y seguí muy en serio haciendo Chi Kung y después también Reiki, ¿no sabéis qué es eso? Seguid cerca, os lo contaré. Mientras, deciros que he vivido cosas que hasta hace solo unos años no hubiera creído que viviría tan solo poniendo las manos sobre una persona como si dieras con la clave secreta para ver desde tu alma el alma de otra persona. A veces dura muy poco, sabes que no es algo tuyo, pero eso no le resta trascendencia.
  • No tengo ni idea de adónde voy a ir a parar, pero estoy en un período de cambios: profesionales, geográficos, personales… el lote completo. ¿Y lo increíble que sería que estos cambios fueran además por amor? No hablo de poner en la balanza elegir los proyectos que me ofrecen contra un buen tipo, sino un buen tipo y hacer que todo cuadre alrededor ¡eso que hemos criticado tanto! Si tengo a mis montones de hijos ya casi “colocados” del todo. Si son los primeros que me intentan convencer para que mire con buenos ojos a fulanito o menganito solo porque fulanito o menganito me miran con buenos ojos a mí (y me consta que también mis hijos). ¡Si soy una tipa muy apañá, muy graciosa y que casi no se constipa! Bueno, de momento me moveré con las fichas que tengo que son profesionales y geográficas y en cuanto pueda, me pongo y además os lo voy contando. Os lo pseudoprometo.


Repasando vocabulario...


Andamio: Armazón de tablones o vigas para colocarse encima de él y trabajar en la construcción o reparación de un edificio.

Promesa: Expresión de la voluntad que alguien se impone de cumplir algo

Pseudo o seudo: prefijo que se coloca antes de una disciplina, profesión, concepto, persona o cosa a la que quizás se parece, pero que es falsa, engañosa, una burda imitación.

Enamoriscar: prendarse de alguien sin gran empeño.

Luz de gas: Expresión basada en la película Gaslight, Luz de gas, dirigida por George Cukor y protagonizada por Ingrid Bergman y Charles Boyer. Hacer luz de gas; manipular por medio de la palabra a alguien para confundirle de sus sentidos, de su razón y hasta de los hechos que presencia.




Yo no te hago luz de gas,

solo digo lo que siento
cuando veo que te vas
mientras muero en el intento



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2 comentarios:

  1. Si ese tipo de Ámsterdam te dijo que eres un poco bruja, eso no cuenta entra las cosas que nadie sabe, porque algunos ya lo sabíamos.
    Siento el fallecimiento de tu padre, aunque cuando toca sufrir creo que lo mejor es terminar cuanto antes. Creo que una entrada sobre él (el murciano en Ibiza) fue una de las primeras cosas que leí de ti. Descanse en paz.
    Bienvenida, una vez más.
    Besos.

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    1. Muchas gracias, Macondito. Jo, es leer tu "descanse en paz" en paz y aún me emociono. Floja que me pillas.Una de las últimas cosas que hablamos fue precisamente refiriéndose a mí como "bruja". Me dijo que hay brujas buenas y brujas malas, pero qué caray, esto pertenecerá a un post.
      Muchos besos y muchas gracias por estar siempre ahí.

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