19 marzo, 2012

algún ángulo del retrato inacabado de mi padre


Ya adelanto que voy a hablar de mi padre y a la fuerza emplearé mucho el “mi padre era” o “hacía” tal cosa, pero no porque esté difunto, qué va. Ahí sigue el hombre, sentado en su sillón frente a la tele, ahora de plasma, viendo noticias o películas de "Jon Guaine" (como dice él) o de El gordo y el flaco. Si me dirijo a él en pasado es porque no soy yo, sino la nostalgia quien escribe este post.

Mi padre era un murciano en Ibiza y cuando digo murciano me refiero al palabro más despectivo que los autóctonos pudieran emplear contra los foráneos. Igual que puedas oír “sudacas” en España o “gallegos” en Latinoamérica o “forasters” (mucho más conocidos como “forasters de merda”) aquí en Mallorca. Mi padre fue pues, uno de esos primeros murcianos extraños que invadieron Ibiza y lo hicieron además para quedarse y nunca jamás aprendieron ni el saludo en ibicenco. Además de como “El Murciano” le conocían como “El Largo” porque pocos aborígenes medían su metro ochenta y “El Elegante” por esa costumbre suya de ir realmente bien vestido. Traje, chaleco y hasta pajarita.

14 marzo, 2012

reforma ¿laboral?


mierda pinchada en un palo reforma laboral
Hoy he aprendido una expresión nueva, pero ya os advierto que es como decir "Mamut" o "Tyrannosaurus Rex"; quiero decir que claro que puedo pronunciarla pero está extinta. Si los llamas verás como no responden. De todos modos, la pronuncio, a ver si os suena a vosotros. Se trata de: "salario de tramitación".

12 marzo, 2012

mujer blanca soltera busca

Elena ha tocado fondo. Ya se ha fundido oficialmente lo que iba guardando moneda a moneda de su último segundo trabajo porque con los 850€ que gana trabajando en el de siempre, 40 horas semanales no es que no llegue a fin de mes; es que no llega al día 5. Justo cuando le ingresan la nómina, los casi 600€ de hipoteca, 150 de coche, 75 de parking y recibos de teléfono, luz, agua, gasolina... No es cuestión de organizarse sino de que un sueldo no le basta y con 2 andaba justa. Protesta y se lamenta de que no encuentra “otro trabajo para las mañanas” como lo llama ella y yo no puedo evitar contestarle “o uno sólo pero que te paguen con justicia”.

10 marzo, 2012

un hombre bueno y otro terrible, el miedo


No creáis que tengo el cuerpo muy para miedos, qué va. Pero parece la respuesta imprescindible a “¿qué vino después?” Sin embargo, no nos equivoquemos. Cada vez que alguien te haga esa misma pregunta, no importa a qué se esté refiriendo, la respuesta siempre siempre es: "Yo soy lo que vino después." Pero vamos con aquel después en República Dominicana...

Pasaron los días tan deprisa y mis quehaceres laborales no se pausaban, sino que se les habían ido sumando aquellos otros, nuevos e inesperados: visitas al centro médico para comprobar cómo evolucionaban mis lesiones, reponer todo lo robado; mi documentación en el país, pero también cambiar cerraduras en las puertas de seguridad, de los despachos, también la de mi habitación que al estar identificadas nos dejaban en una posición bastante vulnerable.

04 marzo, 2012

un hombre bueno y otro terrible, segunda parte











El hombre terrible:

Y como se debe hacer, cumplí mi promesa, pero dentro de aquel pacto entre Claudio y yo no había ninguna cláusula que me obligase el resto de los días y ya a la noche siguiente, volví a caminar sola.

03 marzo, 2012

un hombre bueno y otro terrible, primera parte


El hombre bueno:

Claudio era uno de los ayudantes aprendices en uno de los departamentos del resort en que yo trabajaba en República Dominicana. Allí los rangos laborables están absolutamente jerarquizados lo cual nos colocaba a distancias abismales; por nuestros puestos respectivos, por nuestras nacionalidades, por nuestros colores de piel pero también por nuestras edades.