un bombero en mi pared, un bombero en mi cama

Aunque La Cabra Mecánica se empeñe en convencernos de que merecemos un príncipe o un dentista, la verdad es que hasta hace unos años, los que nos pirraban, eran los pilotos. Vale, por supuesto siempre hemos tenido por encima de todo, en aquello de soñar despiertas, a los cantantes, los actores y los futbolistas famosos aunque estos aparecieran como codiciados objetos de deseo que mirábamos a lo lejos porque éramos conscientes de que con mucha probabilidad, permanecerían fuera de nuestro alcance. En cambio, en el mercado sí aparecían abogados, médicos, ingenieros y hasta algún que otro piloto.

Se dan muchas circunstancias para que nos atrajeran estas profesiones por encima de otras: la naturaleza es sabia, no me cansaré de repetirlo y aunque nos guste la idea de éxito, del triunfador que no sólo ha sabido desenvolverse, sino llegar a lo más alto dentro de su profesión; aunque nos atraiga un cuerpo físico determinado... prima sobre todo la selección natural. Ésa es la razón por la que el guapo futbolista es siempre más atractivo dentro de la pantalla del televisor que el guapo arbitro o, el guapo linier. Nos encanta que alguien nos haga el trabajo y así, uno de los principales motivos para que alguien aparezca como atractivo ante tus ojos, es que resulte atractivo ante muchos otros ojos. Por esa razón se desmayan quinceañeras a la puerta del Corte Inglés en la firma de discos de un adolescente que pasaría desapercibido entre los acnés de sus compañeros de instituto si un cazatalentos con vista no se hubiera cruzado en su camino y hubiera decidido convertirlo en lo que es: un producto de marketing; un objeto de deseo. 

Si de verdad quieres resultar atractiva a los ojos de fulanito en una fiesta, paga a 10 ó 12 modelos para que revoloteen a tu alrededor dando exageradas muestras de babear por ti. Fulanito no podrá quitarte la vista de encima y envidiará y hasta "entenderá" a cada uno de los hombres que te rodean. De paso, lograrás que te admiren el resto: del anfitrión, a tu cuñado... todos. Exactamente igual sucedería a la inversa. Ahora, ¿vas a invertir tus ahorros en comprobarlo? 

Esos hombres que admiramos han logrado el éxito en sus profesiones y, si pudiendo elegir entre miles de mujeres... nos prefieran a nosotras, es un éxito que nos apuntamos personalmente. Ardua tarea pero, no imposible... Pero ése, es otro post. Este quiero dedicarlo a nuestra nueva profesión más admirada, especialmente en esta época del año. Los cuerpos que más deseamos son precisamente los Cuerpos de Bomberos. 

Cuando el viernes me encontraba yo con la antelación suficiente en lo que sería la primera fila del público de la Presentación del Calendario de Bomberos 2012 de Palma, no imaginaba que fuera a resultar tan duro defender mi sitio. A medida que se acercaba el momento de que aparecieran aquellos cuerpos del Cuerpo de Bomberos al escenario, las mujeres se iban asilvestrando y recibía con más o menos sutileza empujones, codazos y pisotones de tacones. Si no llega a presentar Sheila el evento, jamás arriesgo mi físico por ver de cerca a unos hombres, sin importar lo tremendos que estén. Ya luego, que vengan ellos a verme a mí si quieren... Pero mi amiga Sheila vale eso y mucho más y saqué aquellas armas que vi aplicar a Diana en el concierto de Jaime Anglada de diciembre del año pasado ante unas féminas similarmente enloquecidas ¡Diana, tú sí que sabes! Y nadie me movió de mi sitio. Valió la pena. 

Mientras el grupo de mujeres enloquecidas de la izquierda peleaba con uñas y dientes, a mi derecha una mujer mucho más serena se mostraba solidaria conmigo y ambas nos ayudábamos como las damas deben hacerlo en estas circunstancias: le guardas el sitio cuando ha de desplazarse momentáneamente, pasas la copa hacia delante para apoyarla sobre la barra, abres espacio para que pueda sacar una buena foto... Esas cosas. Amigas desconocidas por un rato. Por eso, cuando los bomberos se encontraban en el clímax de su actuación lanzando camisetas y pantalones (mi cuñada, la brasileña, que es una mujer de mundo consiguió 3 trofeos ni más ni menos) y uno de ellos lanzó una camiseta justo donde esta mujer tan maja seguía filmando y una de las panteras de la izquierda saltó literalmente sobre nosotras para arrancársela empleando garras y colmillos yo solté un sentido “¡Ey, se ha llevado tu camiseta!”. Una vez más, la sabiduría del universo tomó forma humana y habló desde la boca de esa mujer: “No importa. Es mi marido. Que se quede la camiseta; yo, lo tengo en mi cama”. No pude más que responder con el más sincero “Enhorabuena” que guardo dentro de mí y claro, ahí entendí todo: la desesperación de una mujer y la tranquilidad absoluta de la otra. 

Pero, ¿Por qué nos vuelven locas los bomberos?!!! Porque concentramos en ellos muchos estereotipos; los antiguos y también los nuevos. Aunque no ganen el dinero que se les presupone a abogados o ingenieros (que la crisis sacude a todos por igual y hay muchos miembros de estos colectivos en el paro), nos muestran otra estabilidad. Estos hombres fornidos nos transmiten una sensación de protección que nos encanta. Queremos sentirnos envueltas por ese aura de seguridad. Es más, aunque admiremos el éxito de cantantes o futbolistas, los bomberos tienen el reconocimiento popular hasta alcanzar la categoría de héroes o, como pudimos comprobar en el Nueva York de después del 11-S, equiparándolos a ángeles. ¿Qué más nos faltaría para completar la guinda del pastel? Ah, sí... ¡cuerpos esculturales! “Señoría, no tengo nada más que declarar. Juzguen ustedes mismos en las imágenes que siguen.” 

Por todo eso, los mismos cuerpos del Cuerpo de Bomberos y muchas asociaciones benéficas han visto el filón que explotan con sabiduría, jugando a levantar las temperaturas corporales de las mujeres (y muchos hombres) de a pie que, ya que no pueden tener un bombero en su cama, pagan por tenerlo en su pared. 

Algunos Calendarios de Bomberos 2012...

Zaragoza

Bilbao

Barcelona

Más calendarios de bomberos 2012 por el mundo...

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Florida

Chicago

Bomberos Sin Fronteras

Sí, sí. También hay chicas...

Bomberas Americanas

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