17 diciembre, 2011

el silencio


tejas con muchas historias que contar
No es de extrañar que el silencio nos asuste, que haya quien enciende la televisión nada más llegar a casa; la radio en el otro extremo (solo por si acaso). Quien pone a cargar el móvil, enciende el microondas y ya entonces se mete en la ducha y después llama a cualquiera para no estar falto de un plan para la noche. Hay quien se empareja y creedme; incluso se casa porque confunden esa compañía, ese terror absoluto al silencio con algún sentimiento quizá cercano a la afinidad o al afecto. Hay quien ni siquiera lo sabe porque para ello habría sido necesario estar un tiempo a solas con la insatisfacción y con el silencio y huyen de esa posibilidad y si ese ruido se rompe, saltan de relación en relación; de ruido en ruido.

Nos han educado a temer al silencio. Nosotros mismos nos metemos cada vez más y más en el ruido de cacharros: gente, cosas, teléfono, televisión, prensa, internet o incluso un libro... información, información. Con ese ruido; ese "estado socialmente aceptado” tenemos el pretexto para estar ocupados con toda esa información llegando de fuera sin permitirnos el tiempo verdadero a asimilarla y sopesarla con la información que nos brota de dentro. 

Pero el silencio nos asusta. Lo tenemos asociado al castigo, a la falta de argumentos; esas armas con las que defendernos de una posible agresión. Luego está el peor miedo de todos: el silencio implica estar solo. Es tan complicado estar de verdad callado y a solas con uno mismo... 

En música, sin embargo, el silencio tiene la misma importancia que se da a las notas; de hecho, todas las notas se acompañan de su propio silencio y el silencio en sí, se convierte en una pausa necesaria para crear expectación al comienzo de un concierto, para permitirte estar preparado; para abrirte sin expectativas a lo que va a sonar. Después están los silencios que te permiten que se graben en tu memoria los sonidos ya escuchados... para que la música perdure en ti incluso después de haber callado y puedas llevarla contigo. 

Estar en silencio no significa en absoluto estar a solas (aunque es tan sano hacerlo de tanto en tanto); los silencios en compañía pueden decir en realidad más que cualquier palabra. Es la otra concepción del silencio: el de la tregua para escuchar nuestro propio cuerpo, el de la confianza (en los otros y en ti), el de la reflexión y el de la paz. Ahí el silencio se vuelve un oasis que nos regenera. 

Si se os pregunta: "¿Qué es el silencio?" Responded: "La primera piedra del templo de la filosofía"
Pitágoras 

Silencio: abstención de hablar, ausencia de ruido. También falta u omisión de algo por escrito 

Ruido: sonido inarticulado, litigio, pleito, alboroto o discordia. Apariencia grande en las cosas que no tienen importancia. También interferencia que afecta a los procesos de comunicación. 

Pausa: breve interrupción de un movimiento, proceso o acción. Descanso para luego retomar la actividad. 

Paz: situación y relación mutua de quienes no están en guerra, enfrentados ni tienen ningún conflicto. Serenidad, quietud, calma y sosiego del espíritu. 

Si se callase el ruido
oirías la lluvia caer
limpiando la ciudad de espectros,
te oiría hablar en sueños
y abriría las ventanas.
Si se callase el ruido
quizá podríamos hablar
y soplar sobre las heridas,
quizás entenderías
que nos queda la esperanza. 
Ismael Serrano


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3 comentarios:

  1. Hola, en primer lugar felicitarte por el trabajo que realizas en tu blog.

    Te saludo para decirte que alguien te a nominado para el premio que damos en 2012 desde nuestro blog:

    http://julianin-julianadas.blogspot.com/2011/12/premios-humanos-y-divinos-2012.html

    Un saludo y suerte.

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  2. Muchísimas gracias por tus palabras y a Doña María La Brava (espero que nos lea) por la nominación. Me alegro un montón de que os guste a ambos. Estas cosas te hacen sentir un poco menos... loca o ¡más loca pero con más gente pirada con la que compartirlo!

    Saludos y suerte también a vosotros,

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  3. Te leo, te leo, a veces y cuando puedo, pero te leo jajajajaja

    No me atrevo a valorar tu salud mental, pero si te digo que pirados sin duda, en ese blog que te he nominado son entre chalados y sinverguenzas...pero muy divertidos!

    Un saludo.

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