21 diciembre, 2008

un elefante atado a un poste

un elefante atado a un poste

Para los que todavía os preguntéis cómo un elefante tan grandote permanece atado a un palito tan insignificante en proporción, sin la más mínima intención de escapar, os lo voy a explicar. No es debido a que sea un animal de granja y prefiera la seguridad de 2 comidas diarias o porque aparente una fuerza física que en realidad no tiene. La realidad es tan desconcertante como triste: es porque tiene buena memoria.

Cuando lo ataron una vez de pequeño, las proporciones entre él y el poste no eran tan tremendas e intentó e intentó huir, arrancarse, sin conseguirlo y se rindió. Impotente, nunca más lo volvió a intentar.

¿Absurdo? Depende de la perspectiva, por favor, antes de criticar a un pobre mastodonte que además está lejos y atado, pensemos si de verdad nunca, nunca, hemos tenido un pensamiento igual de limitante, si nunca hemos sopesado una decisión en base a nuestras experiencias anteriores que no salieron bien, si nunca nos hemos rendido antes de hora.

Por el contrario, a veces ocurre al revés; nos atrevemos a cosas nuevas porque otras, más o menos similares nos salieron bien. Aunque pueda parecernos que esta opción es positiva corremos igualmente un riesgo: el de basarnos en nuestros resultados anteriores ¡cuidado! ¿No nos limitarán alguna vez?

¿Por qué de todo esto ahora? Tanto elefante y tanta filosofía. Supongo que las ganas de improvisar me pueden de nuevo y son TAN GRANDES como "un rebaño de elefantes, un kiosko de malaquita y un gran manto de tisú" y desearía sentiros a todos con la misma risa tonta de "Mira, lo hago porque me apetece y punto". Nos vamos a divertir...

Entradas relacionadas:
las notas simpáticas
algo parecido a un corazón
Contadores de Historias
y de verdad, ¿cómo estás?
colores de invierno
mi particular síndrome de Peter Pan
aquello de convencer

1 comentarios:

  1. es triste q el humno se apodere d todo en este paneta sin cuidarlo ni darle respeto U___U

    ResponderEliminar

y tú, ¿qué opinas?