20 septiembre, 2011

las notas simpáticas

Ayer en las noticias, un jovencito buscaba a un gemelo suyo fallecido supuestamente al nacer, pero con muchas contradicciones en el expediente hospitalario. Un triste caso más de los recientemente destapados robos de bebés. Sin embargo, esta noticia esconde un fondo precioso: este chico decía que creía que su hermano estaba vivo porque podía sentirlo. Esa maravillosa conexión de los gemelos parece obrar en ellos; uno tiene los síntomas claros que padece el otro, siente su angustia, su miedo o realizan las actividades más dispares de forma sincrónica.


Como los psicólogos son listísimos (un beso, Jaime), tienen una teoría al respecto con un nombre de lo más rebuscado: "Permeabilidad del aparato psíquico fetal" que defiende que cuando estamos en el útero materno nuestro inconsciente sigue manifiesto y es al nacer cuando se cierra (o impermeabiliza) y ya no podemos acceder a él. Así, los gemelos que han convivido las 24 horas al día durante 9 meses en un espacio mínimo y además justo en esa etapa que marca la transición de nuestra insconsciencia a nuestra consciencia; quedan, de algún modo, conectados.

Sin embargo... También las madres experimentan una conexión asombrosa con sus hijos. Ese llamado instinto y ¿cómo explicar esas otras conexiones de quienes se conocieron después de nacer y no comparten genética? Por supuesto hablo de esas relaciones de amor que parecen mágicas y sobreviven a la distancia y al tiempo pero también de amistades en las que parece que los años no transcurren, ¿no tenéis ese amigo/amiga al que no veis desde hace mucho y sin embargo es encontraros y ver que nada ha cambiado? O llamarle con la certeza de que no está bien, de que algo ha sucedido.

Hay un ejemplo que me parece mucho más válido (y además, es precioso). Lo comparto con vosotros esperando que no lo leáis deprisa sino despaaacio, hasta que cale y lo tengáis muy presente en vuestras vidas.

Se ha observado un fenómeno en música: si hay dos pianos en una misma estancia, no importa lo grande que ésta sea y pulsas la tecla del DO en uno de ellos, transcurrido un tiempo, la misma tecla DO del otro comenzará a vibrar. Se conoce como "notas simpáticas". ¿Habéis visto? Se trata a fin de cuentas de estar atentos a qué nota vibran los demás y observar en nuestro interior si algo en nosotros vibra con ella...


las notas simpáticas

Esta foto la he encontrado por la red.
No he logrado encontrar su fuente original o su autor pero,
espero que si la ve aquí entienda que es perfecta;


3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. Interesante ensayo de las notas simpáticas!...
    Qué digo! , es algo que me ha impresionado.

    Estoy recordando un párrafo(palabra fea no?),de no sé que libro, que enseńaba a relacionarse entre dos personas o cualesquiera que estuvieran presentes captando únicamente el canal de vibración energética.

    Sólo así y después conclusiones etc... Solamente captando y absorviendo nada más (yo me distraigo si adopto esa postura seguro),reconozco que soy más visceral, aunque debe de ser efectivo para vibrar y sentir.
    Fijáos, que son dos terminos que suenan muy aconsejables no?

    ResponderEliminar
  3. Gracias por lo de "interesante ensayo". A veces tengo momentos de lucidez que alterno sabiamente con muchos otros de locura absoluta y sí, me maravilla la sincronicidad, todas esas pequeñas cosas (no me refiero en sentido poético, sino por tamaño, porque no se aprecian ni con microscopios pero físicamente están) y mantienen el universo en un perfecto equilibrio que luego nosotros, los humanos nos dedicamos a torcer buscándonos a nosotros mismos.
    Eso que dices de "relacionarse entre dos personas captando el canal de vibración", por ejemplo, se estudia en el PNL, o en eso tan de moda que es la Inteligencia Emocional, pero que se resume en "estar atento". Seguro, seguro que no te distraes tanto como crees. Pareces listísimo,

    ResponderEliminar

y tú, ¿qué opinas?