05 enero, 2012

la palada perfecta

Imagen: goadventurewatersports Padding core fitness
Yo tuve un amigo con un nombre indio. No es que fuera difícil de pronunciar sino, todo lo contrario. Incluso era bonito en su continente pero... aún más precioso en su contenido: “Corriente de agua que fluye hacia mí”. 

Con semejante nombre no se iba a dedicar a las matemáticas o a la electricidad (por poner dos ejemplos), sino que tenía que ser consecuente y enamorarse de alguna actividad propia del elemento líquido. Así mi amigo era piragüista.

Claro, en cuanto se cruza en mi vida alguien con una profesión o afición tan dispar, ¡buena soy yo! Mi curiosidad ebulle (con la de preguntas que llevo de serie) hasta el punto que me rebautizó con otro nombre indio, aunque  un poco versión 2.0. Me llamó merecidamente Pilipedia

Así "Corriente de agua que fluye hacia mí" paciente y con su mirada (también de agua) brillando de emoción en cada respuesta, me explicaba las diferencias entre aguas; ríos, lagos o de mar, y entre canoas, kayaks y piraguas y también escuchaba con atención mis dudas sobre si cundía más el remo hacia delante o hacia atrás, como se hace en los botes (porque eso tiene que haber sido probado científicamente y sí, sí... como veis, tengo preguntas) y él que se había dedicado a la competición muchos años, ahora, solo de tanto en tanto participaba en alguna, más como pretexto para reencontrarse con otros veteranos antiguos compañeros como sobre todo, para rememorar antiguas aguas surcadas. Sin embargo, mi amigo seguía entrenando y ahí, a ese entrenamiento maduro y aparentemente menos útil, quiero dedicar este post. 

Si al principio dedicas las horas de duras rutinas a preparar un físico, a competir, competir... con otros piragüistas, con otros equipos e incluso (seguro), con los compañeros del propio equipo; si dedicas tantas horas a hacerlo un poco más rápido, a que cada movimiento sea más eficaz... ¿A qué dedicar los entrenamientos ahora? ¿A “mantener la forma física”? ¡No! Claro que no, o al menos... no mi amigo del nombre indio y los ojos de agua. 

Yo le preguntaba qué era más importante a la hora de impulsar la piragua; ¿la fuerza? ¿La velocidad? ¿El peso? ¿La posición del cuerpo; la espalda, los hombros, los brazos...? ¿La de la pala al desalojar el agua? Porque mi amigo (lo conocí bien) habría analizado cada uno de esos puntos. 
     
-"Todos" -por descontado- "la respuesta es todos". 

Y ahora, que ya no competía con nadie, ni siquiera (leed bien, porque este punto es importante), ni siquiera consigo mismo, salía a palear por el puro placer de estar a solas con el mar, de no pensar en nada; solo sentir e intentar concentrar en una sola palada todo lo aprendido: técnica, postura, fuerza, hasta lograr ese momento en que la pala entraba en el agua, la rompía del modo exacto en que el impulso era no solo mayor sino precioso e impulsaba con precisión maravillosa la canoa hacia delante. Muy pocas veces lo lograba pero el intento siempre valía la pena: era la búsqueda de la palada perfecta

Llevo alrededor de un mes yendo a clases de algo que no había oído nombrar jamás: Chi Kung. En realidad, ni siquiera me he parado a investigar qué es eso. Una amiga me llevó y yo... me he dejado llevar (cada vez me gusta más dejarme llevar, como si estuviera en una corriente de agua que sabe cuál es su camino). Para que lo entendáis, es una técnica oriental que a mí, en mi ignorancia, se me asemeja al Tai Chi y que desde luego se basa en ejercicios que aúnan movimientos físicos y respiración. Todo debe ir acompasado. En la combinación de todo ello debe estar el camino a la perfección; estoy convencida.

Aparte de nueva, me siento aún bastante torpe. Siguiendo el símil empleado hasta ahora... soy como un pez fuera del agua, pero ahí sigo yo, en clase, delante del espejo; frente a frente con mi imagen y reconociendo, al compararme de reojo, que poco tiene que ver mi postura con la del profesor. Sigo intentándolo... Es más; hasta he pospuesto el tratar de vaciar la mente y sentir (que es lo que poco a poco sí he aprendido en mi yoga intermitente o en mi meditación algo más habitual) porque, siento que primero debo aprender la técnica, aprender el modo exacto de cada postura y en qué punto inspirar y expirar, y en qué punto no hacer ni lo uno ni lo otro... porque me conozco y si soy lenta aprendiendo, puedo serlo mucho más quitándome un mal hábito, pero lo dicho: lo intento; ahí estoy, intentando... Y el otro día, en jarras frente al espejo, de repente entendí qué era el Chi Kung (aunque no tenga ni idea), qué estaba haciendo yo allí frente a un espejo. Me di cuenta de que de algún modo estoy buscando mi palada perfecta. ¡A saber cuándo llegaré! Pero está allá a lo lejos... Pongamos que ahora estoy en ese punto de estar arremangándome el pantalón para meterme en la orilla, pero ya estoy en el camino...

Total, que me quedé en la misma postura rara rara, pero ya sonriendo porque, aunque seguía torpe, quizá también... algo menos perdida.


Vocabulario:

Continente: cosa que contiene en sí a otra.
Contenido: cosa que se contiene dentro de otra.
Cosa: Todo lo que tiene entidad, ya sea corporal o espiritual, natural o artificial, real o abstracta. También cualquier objeto inanimado por oposición al ser viviente.
Torpe: que se mueve con dificultad. Que es rudo, lento en aprender.
Palada: golpe que se da al agua al usar la pala.
Perfecta: que posee el grado máximo de una determinada cualidad.



Agua


De los otros amores de mi vida,
me separaban abismos;
a veces abismos nuevos,
otras, siempre los mismos.

Unos aparecieron de repente
pero otros estuvieron siempre.
Algunos se salvaban en un momento,
para otros, no bastaba todo el tiempo
para llegar a un acuerdo...
Pero en ninguno recuerdo
una unión tan perfecta.
Entre tú y yo hay una línea recta
separada solo por agua.
Agua que se puede cruzar a nado
para llegar al otro lado.
O en canoa, o en piragua...
Pero solamente agua.

Mares que ya cruzaron antes otros.
Solo un océano pequeño entre nosotros. 
Separados por el único espacio
que sí puede recorrerse
que sí se puede cruzar despacio
cuando dos corazones quieren verse.

Solo algo de líquido nos separa
para que se besen nuestras caras.
Nada más entre tú y yo, nada más
sino solamente agua.

Agua que podemos dejar atrás,
que podemos cruzar a nado
para llegar al otro lado.
O en canoa, o en piragua...
Pero agua... solamente agua. 





Entradas relacionadas:
el tiempo no existe
síndrome del corazón fantasma
el silencio
nos pasamos la vida peleando
pena penita pena
y de verdad, ¿cómo estás?

2 comentarios:

  1. La verdad es siempre un placer leerte... Transmites (y dices) tantas cosas... hay tanta alma... tanta esencia en tu forma de expresarte, de hacer "bailar y vibrar las palabras"...

    Poe otro lado muy sabia la cultura india...
    Por mi parte hace unos días casualmente o más bien "causal-mente" descubrí mi nombre indio:

    "Corre con el viento"... En mi nombre indio encontré mi conexión con la naturaleza área de mi signo zodiacal Acuario. Y las formas engañan a veces pues Acuario: "El aguador" no es un signo de agua sino un signo de aire junto con Libra y Géminis. Y es más de los tres signos de aire es el mas aéreo de todos... con lo que la identificación con el viento es muy apropiada... Otra íntima Conexión la que encontre con la actividad con la que me siento libre: "Corre, corre, corre..."

    El Chi Kung (como en general todas las disciplinas orientales) parece una disciplina muy apropiada para reestablecer la armonía en los seres vivos y en el planeta... Armonía perdida por la neurosis y la Matrix en la que vive la sociedad contemporánea... tanto en Occidente como en el propio Oriente.... resulta paradójico que en la propia China cuna del Chi Kung se esté imponiendo de forma aplastante el Capitalismo y un consumismo con una voracidad desconocida incluso en Occidente resumido en una máxima perversa "tanto tienes, tanto vales".

    No obstante aunque el mundo parece ir en sentido contrario a la Vida.... me tranquilizan las palabras de mi amiga Prana: "La Edad Dorada se acerca"......

    ResponderEliminar
  2. Señor Espíritu de Ibiza; bien sabemos que acabará escribiendo Usted su propio blog. Tiene demasiadas cosas por decir y además encontrará el modo de que sus palabras bailen y vibren y hasta corran, corran, corran...
    Es un placer saber que andas leyendo. Gracias y espero que no hayas tomado en serio lo de los "nombres indios". Era todo mentira, como cada una de las palabras que escribo ;)

    ResponderEliminar

y tú, ¿qué opinas?