20 octubre, 2008

Madriz

Quién me iba a decir hace un año que iba a terminar con mis huesos en Madrid...Pero es que, de un tiempo a esta parte, he optado por sumergirme en los placeres de la improvisación y cada vez que me cruzo con una propuesta en formato de miguita de pan en el camino, en lugar de cuestionarme y sopesar pros y contras; me retiro un mínimo espacio para atrás (la distancia justa para que nada empañe mi perspectiva) y al abrir la boca sale de mí una expresión fantástica: "¡pues vale!" (para el que la encuentre demasiado larga, es igual de válida: "¡mola!").


¡Y te cambia la vida! En serio, quedaos a solas frente un espejo y repetidla y repetidla hasta que os sintáis cómodos con ella y comprobad que, cual anuncio de patatas fritas, una vez que empiezas, no puedes parar.

En Mallorca, sigo con "lo mío", ¡con todos "los míos" en realidad! Y el trabajo funciona tan bien esforzándome mucho menos que me pregunto "¿Cómo podía estar TAN preocupada, TAN estresada?" Era absurdo así que os invito también a los preocupados y estresados a que toméis esta pequeña perspectiva porque probablemente, de tanto en tanto, también os preocupéis sin un verdadero motivo.

Y ha sido llegar a Madrid, conocer a ese otro "Ibicenco del Mundo" y "el flechazo fue instantáneo y caí entre sus brazos". ¡Qué no! No os hagáis ilusiones... Ni siquiera tenemos la combinación de inclinaciones sexuales necesarias para un achuchón, pero salvo esa menudencia, parece que la vida nos ha hecho encontrarnos en este preciso momento por alguna razón y mientras la desenmarañamos, nos estamos riendo mucho. Y así, desde el primer cuarto de hora de conocernos, me quedo de ocupa en su casa, en su vida y sobre todo, en "su" y "mi" trabajo que se fusionan durante un tiempo.

Pero es que, además, coincide en la suerte que también tenemos en Madrid por estas fechas a Natalia yendo y viniendo (¡otra ibicenca del mundo! la recordaréis muchos como "aquella garrapata que me seguía de cerca todo este verano mientras estuve lesionada") e Isa que está empeñada en ESTE AÑO SÍ sacarse una plaza de controlador aéreo.

Así que entre los de casa, los de fuera, los que vamos conociendo día tras día… no faltan las charlas geniales, las cenas, los vinos, la música, las risas.


En cuanto al trabajo, en Mallorca las fiestas en Porto Pi los sábados se han extendido a todo el año próximo, retomamos la carpa verde por toda la geografía de la isla, montamos un congreso para la Conselleria la semana próxima y ya está cuajada una fantástica fiesta de Navidad en el Náutico ¡llena de duendes! 

Y en el lado de Madrid, promocionamos unas modelos nacionales e internacionales fantásticas (y sí, chicas, sí, también hay chicos), somos la agencia de prensa de distintas marcas y en concreto, en estas semanas estamos trabajando a destajo para montar el desfile de Jóvenes Diseñadores.


Mi vida en la capital del reino es así: trabajamos todo el día pero siempre nos quedan esas fuerzas para salir y escuchar algo de música (a ser posible en vivo POR FAVOR), ver algo de teatro, ir al cine o ¡qué caray! Brindar y punto.

Espero que todos estéis también rebosantes de energía y buenos ratos. Recordad, los de aquí, los de allí y los de todas partes; sigo a la distancia de una llamada de teléfono y ya sabéis de antemano que a una invitación a un té o un vino, mi respuesta va a ser: "¡pues vale!".

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